Look to Spain for proof progressive politics works, Timmermans tells packed Zaragoza rally

Look to Spain for proof progressive politics works, Timmermans tells packed Zaragoza rally

Hundreds of PSOE supporters gathered in Zaragoza to hear the Party of European Socialists Common Candidate speak about his vision for Europe. Addressing the crowds, Timmermans ruled out working with the extreme right to gain the Commission presidency, and held up the Spanish Government’s stance on gender equality, fairer taxation, and ending austerity as examples for Europe to follow.

At the rally Frans Timmermans said:

For this we have to create a more sustainable social, fiscal and economic system, more sustainable production methods and a more sustainable energy system.

“I promise you one thing: never, in any circumstance, will I make agreements with the extreme right to become president of the European Commission. Never. Never. I will never be an accomplice of the racist, the misogynist, or the homophobe. I can guarantee that to you, and all the voters who support European Social Democracy in the May elections.”

Read the full speech, delivered in Spanish, below.

The rally comes at the end of a two-day campaign trip to Spain by the PES Common Candidate. On Friday Frans Timmermans held a briefing with journalists at the PSOE headquarters in Madrid and visited the Espacio Mujer Madrid (EMMA) alongside Iratxe García MEP, the head of PSOE’s MEP delegation in the European Parliament and a strong campaigner for women’s rights.

EMMA is run by the José María de Llanos Foundation, which exists to promote the empowerment of women. It offers personalised social, legal and psychological support to vulnerable women and provides training and career guidance to improve employability for women who are unemployed or in insecure work.

At the end of the visit to EMMA, Timmermans offered a sincere message of praise and thanks to the staff, telling them:

“You should be proud of the work you are doing here. This is the kind of service which should be available to vulnerable women everywhere in Europe. Violence against women is sadly still a feature of life in Europe, and people like you who help and empower women to rebuild their lives are doing important work.”

Tackling violence against women, fighting for equality, empowerment and strengthening women’s rights will be at the centre of the Party of European Socialists’ campaign for the European elections. A European Commission headed up by Frans Timmermans will introduce a binding EU Gender Equality Strategy to close the gender pay and pension gap, improve work-life balance, and combat sexual harassment and gender-based violence.

 

Speech delivered to Zaragoza rally 

Check against delivery.

Es un honor estar aquí con vosotros – compañeros y compañeras – en España, un país radicalmente europeísta, con una mayoría social progresista, abierta y moderna.

España y su gobierno son un oasis dentro de Europa, en esta época intolerante y oscura que nos está tocando vivir. También aquí, como en el resto de Europa, hay quienes quieren volver al pasado. Vosotros, yo, nosotros, sabemos que cualquier tiempo pasado no fue mejor, fue muchísimo peor.

Pero no voy a perder el tiempo hablando de estos partidos, no contribuiré a su victimismo. Pero os prometo una cosa: nunca, en ninguna circunstancia, pactaré con la extrema derecha para obtener mi investidura como presidente de la Comisión Europea. Nunca. Jamás.

Nunca seré cómplice de los racistas, de los machistas, ni de los homófobos. Os lo puedo garantizar a vosotros y a todas las votantes que apoyen a la socialdemocracia europea en las elecciones de mayo. Nuestro compromiso es con vosotros, no con el poder.

España sigue siendo un ejemplo de cuánto puede mejorar un país en pocas décadas, si así se lo propone. Es el ejemplo del poder transformador de la política o, mejor dicho, del poder transformador de la izquierda.

Porque es la izquierda la que puso en pie el sistema de sanidad pública en España y es la izquierda quien montó el sistema de pensiones. Es el PSOE quien aprobó las leyes del divorcio, del aborto, del matrimonio homosexual, las ayudas por dependencia. Fue el PSOE.

También fue el PSOE quien llevó a España a ingresar en el gran proyecto común que es la Unión Europea, el más ambicioso de la historia.

El PSOE es la mayor fuerza de transformación y progreso de la España democrática.

Hoy, el gobierno de Pedro Sánchez, con mayoría de mujeres – ¡por fin! -, sigue esa misma tradición. Está aprobando medidas progresistas para apoyar a quien lo necesita y para proteger y profundizar las libertades de todas y de todos.

Despues de tantos sacrificios, este gobierno ha revertido la austeridad. Ha aumentado el salario mínimo y las pensiones, está luchando contra la violencia de género y la discriminación salarial de las mujeres. Este gobierno ha devuelto la sanidad pública a todos los españoles. Este gobierno está comprometido con el feminismo frente a quienes quieren limitar la actividad de las mujeres a los roles tradicionales. 

¡No vamos a permitir que la mitad del talento del país, de ningún país, sea desperdiciado de esa manera!

Este gobierno ha presentado un plan contra el desempleo juvenil, que amenaza a toda una generación.

Este gobierno ha eliminado el “impuesto al sol” y apuesta en serio por una economía más verde.

Este gobierno defiende Europa con orgullo cuando más lo necesitamos.

Como, en su día, Europa ayudó a avanzar a España y a consolidar la democracia cuando más lo necesitaba.

Ese es el camino del progreso, no la vuelta al pasado mítico y falso de la extrema derecha. Este es el camino que trazan los Presupuestos Generales del Estado que el Gobierno de España ha presentado: un futuro mejor y más justo, no las recetas caducas y excluyentes de aquellos que dicen saber, como salvar a España.

Pero no es suficiente. Queremos más. Queremos más de este gobierno porque a los socialdemócratas, no nos basta con lo que ya se ha conseguido. Nuestra obligación es seguir luchando por una sociedad mejor y por un mundo mejor para nosotros, para nuestros hijas e hijos, nietas y nietos.

Por desgracia, en mis recorridos por Europa me he encontrado muchas actitudes negativas ante la Unión Europea. Estas, se pueden agrupar en dos tipos.

Por un lado están los que creen que hay que destruir Europa: “Europa tiene la culpa de todo. Rompamos Europa, hagámosla pedazos, derribemos las instituciones que tardamos décadas en construir. Que cada país haga la guerra por su cuenta”. Los que piensan que el aíslamiento hace más fuerte a un país, que se acuerden de la economía de España durante la dictadura.

O que pregunten a los trabajadores de las plataformas digitales, que comienzan a crear sus propios sindicatos para defenderse de los abusos mediante la acción colectiva.

Nadie es más fuerte en soledad en un mundo globalizado. Y no se puede volver atrás en el tiempo. Como les digo a mis hijos, esconder la cabeza bajo la manta no hace que los problemas desaparezcan. La globalización ha venido para quedarse.

Lo que yo quiero es una globalización compatible con nuestros valores. Y la unica herramienta para conseguirlo se llama “Unión Europea”. Ya existe, ya la tenemos.

Por el otro lado, también están los que son europeístas pero no quieren cambiar nada, ni las desigualdades, ni las ineficiencias. No quieren ni avanzar, ni retroceder, ni cambiar de marcha. Sólo poner punto muerto.

Tampoco podemos estar en este grupo. Porque Europa necesita cambios para seguir sirviendo a la ciudadanía como lo ha hecho en los últimos sesenta y dos años, para seguir garantizando los estándares sociales, para liderar la lucha contra el cambio climático, para ser la voz de la libertad y la democracia en el mundo.

Hay que mejorar Europa y creo que sabemos cómo podemos hacerlo. Si escuchamos las aportaciones de la ciudadanía – que debería ser el origen de todas las políticas públicas -, nos dirán que quieren condiciones de trabajo justas e iguales para todas y para todos, que quieren sistemas sólidos de protección social, acabar con la austeridad, que Amazon y Google y Apple paguen los mismos impuestos que ellos, que no chantajeen a sus gobiernos.

Europa tiene que ser liderada por gente que este lista para afrontar los desafios de nuestros tiempos. Para esto tenemos crear un sistema social, fiscal, económico, productivo y energetico más sostenible.

Pero, todo esto, sin olvidar cómo la transformacion de nuestro sistema afectará nuestros territorios. Porque estamos hoy aqui, en Zaragoza, en Aragon, y pienso en la importancia de un fondo europeo para la transición energética que será un elemento fundamental para garantizar el futuro y el empleo de regiones como esta.

Compañeras y compañeros, la ciudadania quieren participar y contar en las decisiones que tomamos, que quieren un lugar en la sociedad, que no quieren que los ricos sean cada vez más ricos  y que los pobres sean cada vez más pobres. 

Nos están diciendo que no quieren corrupción, que no quieren condiciones de trabajo de semi-esclavitud, que les preocupa cómo les afectarán los cambios tecnológicos y sociales. Que quieren seguridad.

Que, en definitiva, quieren un mundo más justo y más igualitario y un futuro mejor para sus hijas e hijos.

Y la respuesta, compañeros y compañeras, es sencilla. Tenemos que reclamar con orgullo el concepto esencial de la solidaridad. Los más fuertes deben apoyar a los más débiles. Porque pueden. Y porque los más fuertes hoy pueden ser los más débiles mañana.

Lo que necesitamos ahora es una mayoría progresista en Europa que pueda llevar a cabo esos cambios, que reclame la bandera de la solidaridad. Porque los conservadores no quieren. Están ocupados en copiar a la extrema derecha.

Nuestra familia política ha atravesado una época de derrotas duras. Algunos ciudadanos nos han dado la espalda porque creen que no representamos sus

intereses o sus ideas.

Yo creo que sí.

Y me niego a ser pesimista.

Me niego a ser pesimista delante de Pedro Sánchez, que le ha devuelto la ilusión a nuestra familia política, porque un socialista no se rinde nunca, porque la nuestra es una historia de lucha constante.

Él ha llevado al tablero Europeo propuestas más que necesarias: el de la Estrategia Europea para la Igualdad de Género, la Agenda Europea 2030 o la necesidad de un marco migratorio humanitario, colaborativo y legal.

Y esto es así porque la historia de la Unión Europea también es una lucha constante. Una lucha por superar la enemistad y la guerra, por superar el nacionalismo, que es como el alcohol: produce un breve estado de euforia, seguido de una resaca muy, muy, muy larga.

Europa, al contrario, es el triunfo del entendimiento entre diferentes, el de la soberanía compartida para tener una voz en el mundo. El triunfo de la diversidad y el respeto de las minorías.

Todos somos una minoría en términos europeos. Incluso los países más grandes dentro de Europa – Francia, Alemania, Italia y mismo España – son una minoría entre quinientos millones de personas.

Compañeros y Compañeros,

Soy de los Países Bajos, mi ciudad se llama Heerlen. Está en la frontera con Bélgica y con Alemania. Una vez iba en bici con mi hija y, en una recta, le dije que parara.

Me preguntó dónde?

y le dije que junto a la antigua frontera.

Y me respondío: Papá, no sé dónde está la antigua frontera.

Eso es lo que nos jugamos en las próximas elecciones europeas. Nos estamos jugando el destino de Europa.

No es una exageración, es la realidad. Lo último que merecen nuestros hijos e hijas es que ya no quede nadie para defender conquistas tan valiosas y que costó tanto trabajo y sacrificio conseguir. Sería inaceptable, sería intolerable, sería imperdonable.

Como Holandés que soy, la subida del nacionalismo y el extremismo me hace pensar en el ciclismo. Me gusta pensar, y es verdad, que los y las socialistas estamos montando en bici con el viento en contra desafiando estas fuerzas. Pero esto nos motiva, como ciclistas, a pedalear cada vez mas fuerte para vencer este desafío. Si otras personas no quieren unirse a esta lucha, nosotros lideraremos el pelotón. Esto es una responsabilidad y una promesa que os hago a todos y a todas.

Concluyendo, quiero acordarme de mi abuelo.

El trabajó en la mina cuarenta años. Hacia el final de su vida, sus pulmones estaban llenos de cristales de mineral y respiraba con dificultad. Su tesoro más preciado seguía siendo su insignia del partido laborista, una insignia de oro. Era la marca de su orgullo obrero y de su orgullo socialista.

Yo quiero recuperar ese orgullo y pelear cada día de la campaña electoral con ese orgullo.

Y estoy convencido de lo que vamos a conseguir entre todas y todos!

Estoy seguro que lo conseguiremos con lideres como:

Pilar Alegria,

Javier Lamban,

y Pedro Sanchez

Muchas gracias.